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ROSARIO (Barrio Ludueña) 08-05-2010

Cuando llegamos al distrito noroeste encontramos a un grupo de pibes con sus profes de música que estaban acomodando sus instrumentos para el recital que iban a compartir con Mulas de Nadie y con la banda rosarina Solsticio. Los chicos que asisten diariamente a la escuela del barrio Ludueña en Rosario no tienen más de diecisiete años, ellos con sus profesores, tienen la suerte de compartir la maravillosa experiencia de la música regularmente.
Me contó unas de las profesoras, que estaba muy emocionada, que los chicos que asisten al colegio vienen la mayoría de familias de bajos recurso y que hacen mucho esfuerzo para poder concurrir, pero entre todos, padres incluidos, ponen mucha voluntad para que el proyectó que trajeron de Venezuela funcione y no solo para darle al los chicos algo distinto ,sino para brindarles otras herramientas para la vida, vida que por estos lado no es fácil, los obstáculos son muchos y a veces el camino se hace cuesta
arriba, pero la prueba viviente de que se puede entre todos es esto, ver a los niños y adolescentes ejecutando los violines ,los chelos ,te pone la piel de gallina e inevitablemente uno se pregunta, nuestros dirigentes para donde mirar? Para que mal gastar la plata en cosas que no le sirven a nadie?


La escuela nª1027 del dolor por perder a un colaborador muy importante como lo fue Pocho Leprati supieron hacer magia y aprendieron a no entregarse, eso nos enseña a todos a seguir luchando, así lo sentimos todos cuando la música inundó el lugar y empezamos a flotar, Mulas compartiendo escenarios con la pibes y nosotros fuimos los espectadores mas privilegiados del mundo.
El día estuvo a la altura de la circunstancia, nos permitió disfrutar a fondo no solo de la orquesta del Ludueña, también de Solsticio que se formo no hace más que tres años en Rosario ciudad de la cual son todos sus integrantes, ellos se sienten identificado con la música de Santiago del Estero pero sin olvidar sus orígenes, que se remiten a la gran ciudad que tiene según ellos olor a río y a puerto, donde los
gobiernos traidores destruyeron sus industria creando otra realidad distinta a la de su infancia y seguramente a la de sus hijos .
Tuvimos que enfrentar la realidad mas dura, la de ver a un chico robar, el seguramente no tuvo la suerte de nacer en el centro que es por donde los políticos caminan, las dos caras de una misma monedas a menos de cinco metros, por un lados chicos de bajos recursos apostando a superase y ahí monas un pibe que no recibió ayuda y quizás nunca la vaya a recibir.
Mulas dio el mejor show pero con un sin sabor en la boca sabiendo que un excluido del sistema será culpable de tener hambre, la música suele ser un bálsamo y esta vez lo fue mas que nunca, necesitamos seguir creyendo y para eso trabajamos cada uno desde su lugar Mulas cantando por el chico que hoy no pude cantar y la orquesta para mostrar y demostrar que si se quiere se puede. Son años de trabajo pero al final el árbol siempre da sus frutos si lo sabemos esperar. Así entendemos que es el trabajo increíble de la gente del Luduña, por eso al final de todo nos vamos con la convicción de saber que un futuro mejor es posible .